Madrid, por Juan Sanchez, 1639.
In-4 de (8) ff., 407 ff., (1) f. de privilegio. Marroquín rojo, dos veces triple filamento dorado enmarcando los platos, florones dorados en las esquinas, lomo con nervios ricamente adornado con florones dorados, doble filamento dorado en los cantos, forros de marroquín azul ricamente decorados, guardas de moiré rojo, cortes dorados. Encuadernación firmada Emile Rousselle.
181 x 133 mm.
Edición original de « una de las publicaciones más importantes de la lingüística americana » (Leclerc, 2869). Sabin, 74027 ; Palau, 282096 ; Brunet, IV, p. 1458 ; Medina, II, 1002 ; Ternaux, n°588.
« Libro que se ha vuelto muy raro. » (Brunet)
La presente obra es uno de los tres textos que el Padre de Montoya escribió sobre el Guaraní, o Tupi, la lengua hablada por los indígenas de Brasil y Paraguay.
La nación paraguaya se construyó sobre el mestizaje creado desde el inicio de la colonización por los misioneros y los colonos.
El plan de evangelización jesuita se estableció a principios del siglo XVII cuando el rey de España concedió a la Compañía de Jesús el derecho de evangelizar a los guaraníes del Guairá. Se fundaron once reducciones entre 1622 y 1629 por el Padre Antonio Ruiz de Montoya. La particularidad de la evangelización jesuita consistía en hacerse «bárbaros entre los bárbaros» según Ignacio de Loyola – es decir, aprender el guaraní para usarlo con fines evangelizadores – permitió la publicación de catecismos en guaraní. El conocimiento de los mitos guaraníes sirvió de base para la evangelización. El Guaraní es el nombre genérico de una familia lingüística muy considerable del Sudeste de América del Sur. El guaraní paraguayo utilizó desde el inicio del contacto con el español numerosos hispanismos. De igual manera, el español paraguayo ha tenido interferencias con el guaraní precolombino.
Las primeras gramáticas del guaraní fueron escritas por misioneros jesuitas en los siglos XVII y XVIII para responder a los intereses coloniales relacionados con la evangelización de los indios en lo que entonces eran los dominios españoles de Paraguay, y apuntaban a su control político.
El P. Ruiz de Montoya, célebre misionero del Paraguay, nació en Lima en 1583. Ingresó en la Compañía de Jesús en 1606 y fue enviado a las misiones donde convirtió a más de cien mil indígenas. Este sabio religioso murió en Lima en 1652.
« Las lenguas tupi-guaraní son habladas por numerosas tribus en la parte sur de Brasil, en Paraguay, en Uruguay, Argentina y Bolivia. Entre ellas, la lengua guaraní es la única que se ha convertido, gracias a los jesuitas que la hicieron la lengua única de sus misiones, en una lengua de cultura. El jesuita Antonio Ruiz de Montoya es el fundador de las reducciones en el sur de Paraguay.» (W.Humboldt, Cartas edificantes y curiosas, p. 113). Esta obra del P. Montoya « contiene el diccionario guaraní-español». (Leclerc). Presenta la lista de miles de términos guaraníes con sus equivalentes en español, así como numerosos ejemplos de su uso en la lengua guaraní.
« Valorado por Leclerc en 1881 en 800 francos » (Sabin).
Este precio corresponde aproximadamente al precio de la edición original de los Ensayos de Montaigne de 1580, cuyo muy bello ejemplar en antiguas encuadernaciones de marroquín se vendió en 955 fr. en la venta Labitte de 1876. Un ejemplar de tal calidad se negociaría hoy en torno a 250 000 €.
Excepcional ejemplar de este libro de gran rareza, conservado en su elegante encuadernación de marroquín forrado.