París, Imprenta de la República, Año III (1795).
En-8 de 135 páginas numeradas y 4 láminas fuera de texto de las cuales 3 son desplegables. Medio cuero negro, lomo liso adornado con falsos nervios dorados, cortes amarillos, (dos esquinas desgastadas). Encuadernación de la época.
216 X 127 mm.
Edición original de la primera gramática árabe redactada en francés.
A los 20 años, Volney se dedicaba al estudio de la historia y las lenguas antiguas. Habiendo heredado una sucesión de seis mil libros, decidió ir a visitar Egipto y Siria en 1783.
Al llegar a Egipto, se encerró durante ocho meses en un convento de coptos para aprender árabe.El « Tratado sobre la simplificación de las lenguas orientales » publicado en 1795, es el primer tratado dedicado por Volney a sus inmensos trabajos sobre este tema que consagrarán su celebridad.
La epígrafe, tomada de la Ciudad de Dios de San Agustín, da una idê suficiente del objeto del libro: « la diversidad de las lenguas, dijo este Padre de la Iglesia, es un muro de separación entre los hombres; y tal es el efecto de esta diversidad, que anula la conformidad perfecta de organización que reciben de la naturaleza. » El discurso preliminar pasa por ser un modelo de estilo, Volney, cuya mente amplia contemplaba todas las cuestiones bajo los aspectos más elevados, predecía ya entonces la subversión total del sistema colonial de Europa, la emancipación de toda América y la formación de nuevos Estados destinados a rivalizar con los antiguos en el océano Atlántico.
Partiendo de esta verdad, de que los diferentes signos del lenguaje deben representar los diferentes sonidos, Volney había concebido el proyecto de un alfabeto único. El medio consistía en añadir un pequeño número de signos indispensables al alfabeto romano y someterle las lenguas de Asia. Esta unidad alfabética ya representaba, para estudiarlas, una dificultad menos. Volney quería, además, aplicar a los idiomas orientales una parte de las nociones gramaticales que hemos adquirido sobre las lenguas europês. Facilitando así el estudio de las lenguas asiáticas, tenía en vista facilitar las relaciones comerciales. Era ya una gran visión política; pero todavía buscaba en el estudio analítico de estas lenguas un nuevo medio para remontarse hasta el origen de los pueblos más antiguos. Pretendía, según los diversos caracteres de sus idiomas, juzgar de sus conocimientos en moralidad, legislación, literatura; pues los signos que un pueblo admite en su lenguaje son necesariamente los de sus idês.
El tratado cuenta con 4 láminas fuera de texto que ilustran el alfabeto árabe según el orden vulgar, el alfabeto árabe transpuesto en caracteres europeos para uso de los viajeros (400 X 310 mm), las conjugaciones y la manera de describir las letras europês adaptadas a la lengua árabe.
Atractivo ejemplar de esta obra de filología importante por su precocidad en perfecta condición de época.
Proviene de la biblioteca del conde y de la condesa Chappaz de La Prat con ex-libris heráldico en el contraplano, y dos sellos en tinta roja.