Poitiers, Enguibert de Marnef, 1560.
3 partes en 1 volumen pequeño en-4 de: I/ (1) h.bl., (4) h., 127 págs., (1) p.bl. ; II/ 57 págs., (3) págs.bl. ; III/ (4) h., 90 págs., (1) h.bl., serie de 56 grabados a página completa numerados (de 57) encuadernados al final, (1) h.bl. Encuadernado en plena piel marrón granito de la época, triple filete en frío enmarcando las tapas, lomo nervado finamente adornado, cortes decorados, cantos rojos. Encuadernación del siglo XVIII.
205 x 146 mm.
Rara edición original de estos tres libros conocidos bajo el título general de « La República de los Turcos », compuestos por el orientalista Guillaume Postel (1510-1581). Brunet, IV, 839 ; Graesse, Tesoro de libros raros, 424 ; Fairfax Murray, Francés, n°454 (para la segunda edición).
Se trata de « una de las obras mejor documentadas sobre la sociedad otomana en el Renacimiento » (M. Bertaud, Los Grandes Temores, II, p. 295).
« Guillaume Postel (1505-1581) est l’un des hommes les plus savants de son époque et un visionnaire célèbre. Son ardeur pour l’étude était fort grande ; mais la misère le contraignit à quitter son pays pour aller chercher des moyens d’existence […] Il fut heureux d’accompagner à Constantinople La Forest, envoyé en Turquie pour négocier quelques affaires… Postel publia bientôt après un alphabet en douze langues et quelques autres ouvrages. François Ier l’avait nommé en 1539 professeur de mathématiques et de langues orientales au Collège royal ; mais enveloppé dans la disgrâce du chancelier Poyet, il quitta la France. Postel se trouvait à Rome vers 1554, lorsqu’il y connut Ignace de Loyola et il voulut alors entrer dans la Compagnie de Jésus. Après deux ans de noviciat il fut chassé de l’ordre par Ignace de Loyola. Les écrits dans lesquels Postel exposait ses idées mystiques le firent mettre en prison ; il s’échappa, et alla à Venise, où d’autres dangers l’attendaient. Dénoncé à l’Inquisition, il se constitua lui-même prisonnier et fut mis en liberté par le tribunal. Les nombreux écrivains qui se sont occupés de Postel sont loin d’être d’accord sur les événements de sa vie à partir de cette époque. Le seizième siècle prisa très haut le vaste savoir de Guillaume Postel, considéré par François Ier et la reine de Navarre comme un prodige d’érudition. Son entretien était recherché des plus grands seigneurs, tels que les cardinaux de Tournon, de Lorraine et d’Armagnac. On assure que quand il enseignait à Paris dans le collège des Lombards, il attirait une si grande foule d’auditeurs, que comme la grande salle du collège ne pouvait les contenir, il les faisait descendre dans la cour et leur parlait de la fenêtre. Quelque opinion que l’on se forme des sentiments exprimés par Postel dans ses nombreux ouvrages, il est juste de remarquer que tous les historiens rendent hommage à la pureté de ses mœurs, à la sagesse de sa conduite et à l’aménité de son caractère. » (Biographie générale, XL, 879-885).
« A varios atributos corresponde el nombre de Guillaume Postel. Fue un viajero; un erudito, que Francisco I nombró entre los lectores reales como profesor de lenguas orientales; también un visionario, soñando con devolver a todos los hombres a la ley cristiana, bajo la autoridad del rey de Francia ».
En 1536, los extraordinarios dones de Postel para las lenguas le valieron para seguir a Jean de La Forest en Turquía, embajador de Francisco I ante el sultán Solimán II el Magnífico. Oriente es una revelación, Postel saborea su arte de vivir, aprende el árabe y concibe la idea de convertir a los musulmanes a la religión cristiana.
Más que una relación, se trata de un verdadero informe de misión, cuya escritura comenzó a partir de 1538. « El objetivo de la obra está claramente expresado en la epístola dedicatoria al delfín que figura en el libro I: es primordial que este delfín, ‘futuro emperador de su país’, pueda ‘viendo la historia y la imagen del mayor estado y príncipe de Oriente’ hacerse digno de poseer los bienes de su ‘mayor enemigo en lo que respecta a la religión’. Será tanto más capaz de ‘debilitar’ a este enemigo cuanto más esté informado de lo que sucede en esta ‘fuerza turquesa’. Postel advierte así que escribe lo que ha visto, como testigo del poder turco y de la grandeza de Solimán. No es la crónica de un cristiano escapado de Oriente; tampoco es un relato de viaje más o menos novelado. Es un informe de misión. Y el escándalo está ahí para una opinión francesa que, desde hace veinte años, lee afirmaciones muy diferentes sobre este imperio de Oriente. » (C. Postel, Los escritos de Guillaume Postel, p. 94).
Se trata de los tres únicos libros impresos por Enguilbert de Marnef en este año 1560. Llevan la marca del hombre con espejo en las hojas de título. Esta obra formará una de las referencias del Ensayo sobre el origen de las lenguas de Jean-Jacques Rousseau.
“La obra de Postel sobre el Imperio Otomano … representa la culminación de sus experiencias en el Oriente y su apreciación del Islam” (Atabey, 977).
Se encuentra encuadernada al final una serie de 56 magníficos grabados al agua fuerte ligeramente posteriores, que representan los trajes del levante, numerados del 1 al 56 (falta el n°17). Son similares a los de Nicolay en su libro « Libro de las Navegaciones y Peripecias Orientales » publicado en este formato en 1576.
Muy buen ejemplar de este libro estimado y raro, conservado en su elegante encuadernación del siglo XVIII.