S.l. [París], 1742.
In-12 de (1) h.bl., (5) hh. (incluido el frontispicio), 111 pp., (1) h.bl. Encuadernado en plena piel jaspeada de la época, lomo con nervios adornado, filete dorado en los bordes, cortes moteados en rojo. Encuadernación de la época.
156 x 87 mm.
Rara edición original de este tratado de astronomía escrito por Maupertuis con motivo del paso del cometa de 1742.
Graesse, Tesoro de libros raros, IV, 448; Barbier, Diccionario de obras anónimas, II, 1207; Brunet, III, 1543; Quérard, La Francia literaria, V, 642; Houzeau-Lancaster 5826; DSB 9, 186; Lalande, 418.
Uno de los pocos ejemplares raros en papel vitela de gran tamaño.
En esta obra dirigida a una mujer, Maupertuis elabora un tratado de astronomía antes de estudiar el cometa cuya aparición en el cielo parisino había causado gran conmoción en 1742.
El cometa del que se habla en esta Carta fue observado el 2 de marzo de 1742 en el Observatorio de París. El autor explica el sistema de Newton.
Maupertuis, en su Carta sobre el cometa, considerando el extremo calor que el de 1680 contrajo cerca del sol, parece creer que si el cometa hubiera pasado cerca de la Tierra, la habría reducido a cenizas, o la habría vitrificado, y que si solo su cola nos hubiera alcanzado, la tierra habría sido inundada por exhalaciones ardientes y destructivas.
Pierre-Louis Moreau de Maupertuis (1698-1759) fue un filósofo, geómetra y astrónomo francés.
Viajando para instruirse con los sabios de la época, se vinculó con los Bernouilli, La Condamine y Voltaire, de quien haría un discípulo entusiasta del sistema de Newton. Voltaire lo presentó a Madame du Chatelet y lo llevó a Cirey donde conoció a Koenig, quien le daba lecciones de matemáticas y filosofía leibniziana a la marquesa.
En 1737 fue enviado por Maurepas al polo Norte con una expedición que debía medir un grado del meridiano terrestre, cerca del círculo polar, y constató experimentalmente el achatamiento de la tierra hacia los polos.
En 1740, Federico II lo había nombrado presidente de la Academia de Berlín. En 1743, la Sociedad Real de Londres y luego la Academia Francesa le abrieron sus puertas.
Se le debe la medida del arco polar, la prueba de la forma achatada de la tierra, y sobre todo el mecanismo de las trayectorias de los cometas.
«El cometa observado el 2 de marzo de 1742 en el Observatorio de París fue para él la ocasión de dirigirle a una dama una carta donde reunía todo lo que se había dicho de falso o verdadero sobre estos astros. Pero, lejos de tranquilizar a los hombres, muestra los estragos que los cometas podrían causar en el universo al encontrar nuestra planeta.» (Biografía general, 34, 389).
«Los detalles que se leen en la ‘Carta sobre el cometa’ ofrecieron interés en una época en que la ciencia astronómica no estaba popularizada como lo está hoy. Según Maupertuis, el cometa en cuestión bien podría habernos robado nuestra luna, y, ‘si nos salimos con eso’, dice él, ‘no deberíamos quejarnos’. (P. Levot, Biografía bretona, II, 428).
Maupertuis «dedicó la mayor parte del libro a un resumen claro del estado actual del conocimiento sobre los cometas, incluyendo una visión general de la dinámica del sistema solar newtoniano y los heroicos cálculos de Halley sobre las órbitas cometarias. Se convirtió en una pieza de exhibición sobre el poder analítico de la cosmología newtoniana. A lo largo del camino, las órbitas extremadamente elípticas de los cometas socavaron cualquier cosmología basada en remolinos que lleven planetas alrededor del sol. La elección de Maupertuis de estilo y género para su discusión de los cometas le permitió una vez más hacer un impacto en la ciencia literaria.» Terrall, El hombre que aplanó la Tierra. Maupertuis y las ciencias en la Ilustración, pp. 193-95.
Precioso ejemplar en papel grande de Holanda, completo de su frontispicio, llamado frontispicio de los cometas, dibujado por Maugein y grabado por Dheulland, conservado en su encuadernación de época en perfecto estado.