En París, de la Imprenta Real, 1694.
3 volúmenes en-8 dea0: I/ 1 frontispicio grabado, (10) hojas, 562 páginas, (10) hojasa0; II/ 1 frontispicio grabado, 234 planchasa0; III/ 1 frontispicio grabado, láminas 235 a 451. Marroquín rojo, triple filete dorado enmarcando las tapas, lomos con nervios adornados, cortes fileteados, rueda interior dorada, cortes dorados. Encuadernación de la e9poca.
217 x 135 mm.
Edición original de la obra de botánica que cimentó la reputación de Tournefort, en la cual él empieza a exponer su sistema de clasificación.
Nissen. Die Botanische buch-illustration, 1976; Pritzel 9423.
El primer volumen contiene: 1° los principios sobre los cuales, según él, hay que basar las clases y los géneros; 2° la clasificación de aproximadamente 10,000 plantas según estos principios. Los otros dos se componen de 451 dibujos realizados por Aubriet, el hábil dibujante que acompañó a Tournefort en su viaje por el Levante. Este método fue aprobado por un gran número de científicos.
Muy importante ilustración grabada en cobre: 3 portadillas fuera del texto, es decir, una misma composición grabada por Cornelus Vermeulen representando el Jardín del rey, repetida tres veces con menciones de tomos diferentes; 451 láminas fuera del texto de representaciones botánicas según dibujos de Claude Aubriet; 5 viñetas en el texto incluyendo una vista de jardín.
Pintor de animales y flores, Claude Aubriet (1651-1742) dibujó las láminas de los Éléments de botanique (1694) y fue nombrado pintor del Gabinete y del Jardín del rey en 1700. Acompañó a Tournefort en su viaje por Asia Menor (1700-1702), dibujando lo que el naturalista descubría, y también creó láminas para el Botanicon parisiense de Sébastien Vaillant (1727).
Dans l’histoire de la botanique, encore considérée au début du XVIIIe como una ciencia auxiliar de la medicina, Tournefort aparece como el creador de un método de clasificación, claro y práctico, que tuvo éxito en Europa, hasta Linneo. Avanzó considerablemente la noción de género en botánica y, en su tiempo, gozó de una gran reputación.
« N’oublions pas que les Éléments de botanique furent publiés en français, comme le Discours de la méthode, et que c’était là une innovation considérable. Aucun ouvrage précédent n’avait atteint cette perfection de présenter la somme des plantes connues, soit 700 genres et 9 000 espèces, en une méthode pratiquement utilisable par tous les botanistes amateurs. D’autant plus aisément que l’iconographie de 451 planches dues à Aubriet était également parfaite. Vraiment le génie de Tournefort a été de présenter avec une admirable simplicité une classification exhaustive. Classification qui, par sa nature et ses qualités mêmes, répondait à un besoin de l’époque, à un besoin de la pratique sociale du XVIIe siècle et du début du XVIIIe . El pensamiento de Tournefort está estrechamente ligado al estado de desarrollo de la sociedad: el problema es determinar las plantas para utilizar sus virtudes.
Tournefort era un sabio digno de la palabra en toda su acepción. No olvidemos que había leído, ávidamente, a Descartes y que la influencia del filósofo fue profunda en él. Se esforzó constantemente en conducir ordenadamente su pensamiento y con total autonomía, usando únicamente la razón. También hay en Tournefort, contrario a lo que pensaba Fontenelle, la creencia en un orden preestablecido, en relaciones fijadas definitivamente entre las esencias creadas por Dios, y es el entendimiento quien debe descubrirlas. Aquí reside todo el problema de la «libertad cartesiana» que Descartes quería establecer como fundamento de la ciencia. Tournefort planteó, por un lado, la realidad objetiva de los géneros y las clases que descubre el naturalista y, por otro, ya que ellos son cognoscibles, la inteligibilidad de sus relaciones.
Su concepción planteaba que: aquellos que se dedican profesionalmente a la Medicina y a la Física deben al menos conocer las plantas que prescriben todos los días y las que contienen fenómenos dignos de su atención.
La construcción solo será sólida si los fundamentos están bien asegurados. Se ha empleado en ello, aunque fuese en detrimento de una flexibilidad y profundidad de las que el genio de un John Ray se adornaba. Precisamente aquí, así esclarecido y delimitado en estrictos límites, Tournefort me aparece como el fundador de una disciplina, la Sistemática.
Nous avons affaire, avec Tournefort, à une espèce de sage fort érudit qui prononce des paroles pleines de simplicité, de bon sens et d’une assurance éclairée. Il veut la lumière et se montre satisfait du critère de la réussite pratique. C’est un réaliste dans le sens commun du terme et dans son sens philosophique. La pérennité et la fécondité de son œuvre répondent par ailleurs du bien-fondé de sa démarche. Selon que l’on mettra l’accent sur l’un ou l’autre aspect de ses travaux, les jugements seront partagés. Mais que Tournefort représentât une très belle et très pure figure du XVIIe siglo, nadie lo negará.» Jean-F. Leroy.
Precioso y soberbio ejemplar dedicado al rey Luis XIV revestido con un elegante marroquín rojo decorado de la época, particularmente grande en márgenes (altura: 217 mm contra 204 mm para el ejemplar Barbet encuadernado por Chilliat descrito en nuestro catálogo publicado en 2019).
Procedencia: Grégoire, rue du Coq cerca del Louvre, n° 135 bis (etiqueta).