ÉEdición original
de este « libro raro y estimado por contener los cuentos más bellos del autor ».
Bello ejemplar con grandes márgenes conservado en su encuadernación de la época.
Daudet, Alphonse. Cartas de mi molino. Impresiones y recuerdos.
París, J. Hetzel, s.d. [1869].
En-12 de (2) ff., 302 págs. Encuadernado en media piel verde, lomo nervado ricamente adornado, cabezera dorada sobre testigos. Encuadernación de la épocae.
180 x 113 mm.
Edición original de esta obra de Alphonse Daudet « muy rara y muy buscada » (Clouzot, 44).
Carteret, I, 191; Vicaire, III, 37; Biblioteca de Backer 2069; Talvart, IV, 13.
« Libro raro y estimado por contener los cuentos más bellos del autor » (Carteret).
No se tiró en papel grande.
« Recopilación de cuentos de Alphonse Daudet (1840-1897) que, como todos saben, fundó la reputación del autor. Anuncia las diversas novelas que Daudet dedicaría pronto a Provenza y que son lo mejor de su obra. Hijo fiel de Provenza, Daudet fue hasta su muerte presa de la nostalgia, al punto de sentirse en París con el alma de un proscrito. Siempre apasionado por la vida meridional se complacía en escribir los aspectos más pequeños: baladas en prosa, historias ingenuas, parábolas, cuentos fantásticos y divertidos, sin olvidar el paisaje: Daudet se destaca en hacer flechas de todos los bosques. Algún preámbulo en forma de acto de venta nos enseña que el poeta adquirió un viejo molino provenzal, para poder darle rienda suelta a sus ensoñaciones. Allí garabatêrá la treintena de Cartas que componen el volumen.
Además de ‘La arlesiana’, los más conocidos de estos cuentos son los siguientes: ‘La cabra del señor Seguin’, ‘El secreto de maestro Cornille‘, ‘La mula del papa’, ‘El cura de Cucugnan‘, ‘El subprefecto en el campo’, ‘La leyenda del hombre de la cabeza de oro’…
Lo que más se aprecia aquí es una mezcla incomparable de picardía, vitalidad y emoción. Pero su calidad principal seguirá siendo esta simpatía con la que el autor se apega a los humildes, los animales y las plantas, con un cuidado que nunca desarma. El trabajo es el de un ‘orfebre’ que, de un solo trazo de la mayor finura, puede crêr un clima y trazar un personaje cuyo relieve le permitirá permanecer legendario. Es esta simplicidad y este arte de nunca ‘insistir’ en todo lo que lo convierten en uno de nuestros más grandes narradores». (Diccionario de Obras, IV, 172).
« Las Cartas de mi molino aparecieron en series sucesivas entre agosto de 1866 y octubre de 1869. La originalidad de este compendio de casi treinta textos permanece hoy en día oscurecida por la fama de algunos de ellos…
Las Cartas de mi molino se caracterizan en rêlidad por un tono general oscuro, a veces trágico. La breve historia de La arlesiana, popularizada en su versión escénica por la música de Bizet, es la ilustración más implacable; (…) es la infinita variedad de las Cartas de mi molino lo que más merece ser destacado, y que justifica mejor que se recomiende leerlas enteras» (En Français dans le texte, n°291).
Bello ejemplar con grandes márgenes conservado en su encuadernación de la época.
Hemos podido localizar solo 5 ejemplares de esta rara original en el conjunto de las instituciones francesas: en la B.n.F., en las Bibliotecas de Dijon, Pau et Clermont-Ferrand y en la del Instituto de Francia en París.