Esta relación que Chardin hizo de sus viajes recibió elogios de Jean-Jacques Rousseau y
de Voltaire y se convirtió en el libro de cabecera de Montesquieu.
Primera edición completa, en parte original, rara en este formato,
de los Viajes de Chardin en Persia adornada con 78 láminas desplegables,
encuadernada en marroquín negro de la época.
Ámsterdam, 1711.
Chardin. Viajes de M. el caballero Chardin, en Persia, y otros lugares de Oriente…
Ámsterdam, Jean Louis de Lorme, 1711.
3 tomos en 3 volúmenes in-4 de: I/ 1 retrato-frontispicio, (4) ff., 279 pp., 1 mapa desplegable, 17 láminas fuera de texto de las cuales 9 son desplegables; II/ 454 pp., 15 láminas fuera de texto de las cuales 4 son desplegables; III/ 254 pp., (13) ff., 46 láminas fuera de texto de las cuales 31 son desplegables. Plena encuadernación de la época en marroquín negro, lomos nervados adornados con florones dorados, encuadre a la Du Seuil en los planos, rodillos dorados en los cortes, bordes dorados. Algunas restauraciones discretas. Encuadernación de la época.
252 x 189 mm.
Primera edición completa, en parte original, rara en este formato, de una de las mejores descripciones antiguas de Persia. Sigue siendo hoy en día una fuente inestimable para el conocimiento de la cultura y civilización persas a finales del siglo XVII.
Un retrato, un mapa, 78 láminas (vistas, trajes, escrituras antiguas, antigüedades, etc.) y 6 cuadros fuera de texto desplegables.
« El Viaje de Chardin en Persia es uno de los viajes más interesantes publicados en el XVIIIe siglo ». Brunet, I, 1802.
Hijo de un joyero protestante de la plaza Dauphine en París, Jean Chardin (1643-1713) mostró rápidamente un fuerte gusto por los viajes, donde se mezclaban la curiosidad por otros lugares y la esperanza de hacer fructífero comercio. Hizo dos largas estadías en Oriente Medio. La primera, de 1664 a 1670, lo vio quedarse largo tiempo en Isfahan y ser nombrado « mercader del sah ». A su regreso, publicó una relación de la Coronación de Solimán iii (1671). Su segunda estancia en Oriente Medio tuvo lugar de 1671 a 1677. En 1686, publicó en Londres el diario de su segundo viaje a Isfahan (del cual Bayle hizo un elogio enfático), y luego, en 1711, una edición mucho más completa que incluye, además del mismo diario (forma el tomo i), una presentación muy detallada de Persia (tomo ii), una descripción particular de Isfahan y el relato de un viaje a Ormuz (tomo iii).
« Su posición oficial, sus relaciones con las principales personalidades, el conocimiento que se apresuró a adquirir de los idiomas del país, le permitieron recoger una multitud de informaciones sobre el gobierno, las costumbres, las antigüedades, los monumentos y la historia de Persia. Un dibujante hábil, que había llevado con él, lo acompañaba en todas sus exploraciones, y pudo así traer reproducciones exactas de los monumentos, trajes, ruinas de Persépolis, armas, utensilios…
Se ha pretendido que el académico Charpentier había ayudado a Chardin en la redacción de su libro. Sea como fuere, lo que pertenece indiscutiblemente al ilustre viajero, son esos materiales preciosos recogidos con tanta inteligencia y coraje, esas investigaciones profundas, esas observaciones, esas informaciones curiosas y auténticas sobre la historia, la administración, la legislación, las costumbres, las ciencias, las artes, los usos de un país hasta entonces casi desconocido. »
« El testimonio unánime de los viajeros, dice Langlès, que, desde Chardin, han visitado y descrito las mismas regiones, no ha hecho más que constatar la justeza, la profundidad de sus observaciones, la variedad de sus conocimientos y su veracidad ».
La espléndida ilustración, grabada en cobre, incluye un retrato frontispicio en primera tirada por Thomassin fechado en 1710 y 78 grandes láminas, grabados o mapas, la mayoría desplegables o a doble página, así como 6 cabeceras grabadas al inicio de los capítulos.
Chardin estuvo acompañado por un dibujante, Grelot: todas las vistas, escenas y retratos se realizaron del natural.
Precioso ejemplar de esta rara edición en formato in-4, conservado en su elegante encuadernación de marroquín negro de la época, condición entre las más raras para este viaje.
